Soy técnico superior en desarrollo y aplicación de proyectos de construcción, cuyos estudios realicé en el Instituto Politécnico Miguel de Cervantes, previa formación preuniversitaria en el Instituto Alfonso X el Sabio, de Murcia, en el sureste de España. Comencé trabajando en la revisión catastral de inmuebles; después me incorporé a la plantilla de un afamado estudio de arquitectura, que fue de los primeros en incorporar la tecnología informática 3D para la realización de sus proyectos; y actualmente tengo plaza como funcionario, encargado de la cartografía en el Departamento Técnico de Urbanismo, en la Administración Local.
Créeme si te digo que mi filiación únicamente tiene que ver con el trabajo desarrollado para la creación de esta teoría si valoramos en su justa medida (como imprescindible) la capacidad de visualización geométrica en el espacio tridimensional, las matemáticas reducidas a la mera intuición, reforzada con una formación intensiva en sistemas informáticos vectoriales para la modelación de objetos virtuales.
También soy instructor de buceo, aficionado a los deportes que se realizan en contacto con la naturaleza y, por supuesto, aficionado a las ciencias. Pero a mí me gusta definirme como inventor vocacional autodidacta, pues no me recuerdo a mi mismo sin tener la mente ocupada en algún proyecto tendente a crear algo o a mejorar algún aspecto o funcionalidad de algo ya existente.